La muerte y el duelo
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Si has perdido a un ser querido, es posible que pases por todo tipo
de emociones. Es probable que estés triste, preocupado o asustado. Tal
vez no estés preparado, estés impresionado o confundido. Puedes sentirte
enojado, engañado, aliviado, culpable, exhausto o simplemente vacío.
Tus emociones pueden ser más intensas o más profundas que lo habitual, o
estar entremezcladas de una manera que nunca habías experimentado.
A algunas personas les cuesta concentrarse, estudiar o comer cuando
están atravesando una etapa de duelo. Otras pierden el interés por
actividades que solían disfrutar. Algunos se enfrascan en juegos de
computación o beben o comen en exceso. Y otras personas se sienten
adormecidas, como si nada hubiese ocurrido.
Todas estas emociones son reacciones naturales frente a la muerte.
¿Qué es el duelo?
El duelo es la reacción emocional, física y espiritual en respuesta a
la muerte o una pérdida. Las personas que están de duelo pueden
experimentar los siguientes cambios:
- Sienten emociones fuertes, como la tristeza y la ira
- Tienen reacciones físicas, como falta de sueño o sensación de náusea
- Tienen reacciones espirituales frente a la muerte. Por ejemplo, algunas personas se cuestionan sus creencias y se sienten muy decepcionadas de su religión mientras que otras descubren que su fe es más fuerte que nunca
El duelo no siempre se relaciona con la muerte.
Existen muchos tipos de pérdidas y no todas tienen que ver con la
muerte. Una persona también puede hacer duelo tras la ruptura de una
relación íntima o después de que uno de los padres, un hermano o un
amigo se muda.
El proceso de duelo lleva tiempo y las heridas se sanan gradualmente.
La intensidad del duelo puede depender de si la pérdida fue inesperada y
repentina, y de la relación que tenías con la persona que falleció.
Algunas personas escriben sobre el duelo y aseguran que se da en
etapas, pero en realidad se suele sentir como "oleadas" o ciclos de
dolor que van y vienen según lo que estás haciendo y si existen
elementos que te hagan recordar a la persona que murió.
Si perdiste a un familiar cercano, como un padre o un hermano, es
posible que sientas que te robaron el tiempo que deseabas pasar con esa
persona. También puede resultar difícil expresar tu propia aflicción
cuando los demás integrantes de tu familia también están afligidos.
Algunas personas pueden esconder su propia aflicción o evitar hablar
de la persona que falleció, porque tienen miedo de entristecer a un
padre o a otro integrante de la familia. También es natural sentirse
culpable por una discusión pasada o una relación compleja con la persona
que murió.
No siempre el duelo se debe a la muerte de una persona. La muerte de
una mascota puede provocar fuertes sentimientos de aflicción. Algunas
personas se sorprenden por lo dolorosa que puede llegar a ser esta
pérdida. Pero los lazos de amor que compartimos con las mascotas son
reales y los sentimientos de pérdida y dolor que tenemos cuando mueren
también lo son.
Todos estos sentimientos y reacciones son normales. Pero ¿qué puede
hacer una persona para superarlos? ¿Cuánto dura el duelo? ¿Alguna vez
todo volverá a la normalidad? ¿Y cómo vas a seguir adelante sin la
persona que falleció?
Enfrentar el duelo
Así como la gente siente el duelo de muchas maneras diferentes, también lo maneja de manera diferente.
Algunas personas buscan el apoyo de otras y encuentran alivio en los
buenos recuerdos. Otras tratan de mantenerse ocupadas para alejar su
mente de la pérdida. Algunas personas se deprimen y se alejan de sus
amigos o evitan los lugares o situaciones que les recuerdan a la persona
fallecida.
A algunas personas, las puede ayudar hablar con otros de su pérdida.
Algunas lo hacen natural y fácilmente con amigos y familiares; otras
hablan con un terapeuta profesional.
Algunas personas quizás no sientan ganas de hablar mucho del tema,
porque les cuesta encontrar palabras para expresar una emoción tan
profunda y personal, o se preguntan si hablar les hará sentir más dolor.
Esto está bien, siempre y cuando encuentres otras maneras de hacer
frente a tu dolor.
En algunos casos, la gente canaliza su dolor involucrándose en
actividades peligrosas y autodestructivas. Hacer cosas como beber,
drogarse o cortarse el cuerpo para escapar de la realidad de una pérdida
puede aplacar el dolor, pero la sensación es únicamente temporal. La
persona no está realmente enfrentando el dolor; simplemente lo está
enmascarando, lo que hace que esos sentimientos se acumulen en el
interior, prolongando el duelo.
Si el dolor parece empeorar, si sientes deseos de lastimarte a ti
mismo o tienes pensamientos suicidas, habla con alguien en quien confíes
y dile cómo te sientes.
Qué esperar
Puede parecer imposible recuperarse después de perder a un ser
querido. Pero la aflicción mejora gradualmente y se vuelve menos intensa
con el tiempo. Tal vez, saber algunas de las cosas que puedes esperar
durante el proceso de duelo pueda ayudarte a superar el dolor.
Los primeros días después de la muerte de una persona pueden ser
intensos, la gente puede expresar emociones fuertes, tal vez llorar o
consolarse mutuamente y reunirse para expresar su apoyo y sus
condolencias a quienes se ven más afectados por la pérdida. Es normal
que sientas que "te estás volviendo loco" y que sientas mucha ansiedad,
pánico, tristeza e impotencia. Algunas personas dicen tener una
sensación de "irrealidad", como si estuviesen mirando el mundo desde un
lugar lejano. Otras se sienten malhumoradas, irritables y con
resentimiento.
La familia y los amigos suelen participar en rituales que pueden ser
parte de su religión, su cultura, su comunidad o de sus tradiciones
familiares (como servicios religiosos, velorios o funerales). Estas
actividades pueden ayudar a la gente a superar los primeros días
posteriores a la muerte y a honrar a la persona que murió. La gente
puede pasar algún tiempo reunida conversando y compartiendo recuerdos de
la persona que falleció. Esto puede extenderse por días o semanas
después de la pérdida y los amigos y la familia traen alimentos, envían
tarjetas o pasan a visitarte.
Muchas veces, la gente muestra sus emociones en este período. Pero,
en ocasiones, una persona puede estar tan sorprendida o superada por la
muerte que no demuestra las emociones en forma inmediata, aun cuando la
pérdida sea muy terrible. No es nada raro ver a las personas sonriendo y
hablando con otras en un funeral, como si nada triste hubiese ocurrido.
Pero estar junto a otras personas que atraviesan el duelo puede brindar
cierto alivio y recordarnos que algunas cosas continuarán igual que
antes.
En algunos casos, cuando terminan los rituales asociados con el
duelo, la gente puede sentir que deberían haber "superado" la pérdida
porque todo parece haber vuelto a la normalidad. Cuando la gente que
está de duelo regresa a sus actividades normales, puede resultarle
difícil entregarse de lleno a las tareas de todos los días. Muchas
personas vuelven a realizar sus tareas normales después de unos pocos
días o de una semana. Pero si bien es posible que no hablen tanto de su
pérdida, el proceso de duelo continúa.
Es natural continuar teniendo sentimientos y preguntas durante un
tiempo después de la muerte de una persona. También es natural comenzar a
sentirse un poco mejor. Depende mucho de la manera en que la pérdida
afecte tu vida. Está bien estar afligido durante días, semanas, o
incluso más tiempo, según cuán cercana era la persona fallecida.
No importa cómo elijas pasar tu duelo, no existe una manera correcta
de hacerlo. El proceso de duelo es gradual y dura más en algunas
personas que en otras. Puede haber momentos en los que pienses que nunca
disfrutarás de la vida de la misma manera, pero ésta es una reacción
natural después de una pérdida.
Cuidarte a ti mismo
La pérdida de un ser querido puede ser estresante. Cuidarte a ti
mismo en cosas pequeñas, pero importantes, puede ayudarte a enfrentarla.
Aquí hay algunas cosas que quizás te ayuden:
- Recuerda que la aflicción es una emoción normal. Debes saber que la aflicción puede desaparecer (y va a desaparecer)
- Participa en los rituales. Los servicios
religiosos, los funerales y otras tradiciones ayudan a la gente a
superar los primeros días y a honrar a la persona que falleció.
- Reúnete con otros. Incluso las reuniones informales
de familiares y amigos brindan una sensación de apoyo y ayudan a la
gente a no sentirse tan aislada durante los primeros días y semanas del
duelo.
- Cuando puedas, habla de ello. A algunas personas
les ayuda contar la historia de su pérdida o hablar de sus sentimientos.
En ocasiones, una persona no tiene deseos de hablar. Eso también está
bien. Nadie debe sentirse presionado a hablar.
- Exprésate. Aun cuando no sientas deseos de hablar,
encuentra maneras de expresar tus emociones y tus pensamientos. Comienza
a escribir un diario sobre los recuerdos que tienes de la persona que
perdiste y de cómo te sientes desde la pérdida. O escribe una canción,
un poema o un tributo a la persona que falleció. Puedes hacerlo de
manera privada o compartirlo con otros.
- Haz ejercicio. El ejercicio puede cambiar tu humor.
Puede resultar difícil sentirse motivado; por lo tanto, modifica tu
rutina normal si es necesario.
- Aliméntate bien. Seguramente tengas deseos de saltear comidas o quizá no tengas hambre, pero tu cuerpo necesita comida nutritiva.
- Únete a un grupo de apoyo. Si consideras que puede
interesarte concurrir a un grupo de apoyo, pregúntale a un adulto o a un
consejero escolar cómo unirte a uno. Lo que debes recordar es que no
tienes por qué estar sólo con tus sentimientos o tu dolor.
- Expresa y libera tus emociones. Si tienes deseos de
llorar, no te reprimas. No te preocupes si escuchar determinadas
canciones o realizar algunas actividades resulta doloroso porque te trae
recuerdos de la persona que perdiste. Esto es normal. Después de un
tiempo, será menos doloroso.
- Crea un memorial o un tributo. Planta un árbol o una planta, o recuerda a la persona con algo saludable, como participar en una maratón o caminata a beneficio (por ejemplo, una carrera por el cáncer de mama) en honor del ser amado.
Conseguir ayuda para un duelo intenso
Si tu dolor no disminuye después de un tiempo de la muerte del ser
amado, es posible que desees recibir ayuda. Si el duelo se transformó en
depresión, es muy importante que se lo digas a alguien.
¿Cómo saber si el duelo está durando demasiado tiempo? Éstas son algunas de las señales:
- Has estado de duelo durante 4 meses o más y no te sientes mejor.
- Te sientes deprimido.
- Tu dolor es tan intenso que sientes que no puedes continuar con tus actividades habituales.
- Tu dolor está afectando tu capacidad para concentrarte, dormir, comer o socializar como lo hacías normalmente.
- Sientes que no puedes continuar viviendo después de la pérdida, o piensas en el suicidio, la muerte o en lastimarte a ti mismo.
En cierta medida, es natural que una pérdida haga que las personas
piensen en la muerte. Pero si la pérdida ha hecho que pienses en el
suicidio o en lastimarte a ti mismo de alguna manera, o si sientes que
no puedes continuar viviendo después de tu pérdida, es importante que se
lo digas a alguien de inmediato.
La ayuda de un terapeuta profesional puede serte útil, porque te
permite hablar de tu pérdida y expresar sentimientos intensos. Muchos
consejeros se especializan en trabajar con adolescentes que están
luchando contra la pérdida de un ser querido y la depresión. Si te
gustaría hablar con un terapeuta y no estás seguro por dónde empezar,
pregúntale a un adulto o a un consejero escolar. Tu médico también puede
recomendarte a alguien.
¿Alguna vez lo superaré?
Los amigos y familiares bien intencionados pueden decirle a una
persona que está de duelo que necesita "seguir adelante" después de una
pérdida. Lamentablemente, este tipo de consejo puede hacer que las
personas duden en hablar de su dolor o que sientan que están haciendo un
mal duelo o uno demasiado prolongado, o que no son normales. Es útil
recordar que el proceso de duelo es sumamente personal e individual: no
existe una manera correcta o incorrecta de hacer duelo. Cada persona
necesita su propio tiempo para encontrar alivio.
Sin embargo, es importante que las personas que están atravesando un
duelo no pierdan las ganas de vivir. Si no te gusta la idea de seguir
adelante, tal vez la idea de "continuar" te parezca más adecuada. A
veces, puede ayudarte recordarte a ti mismo continuar haciendo todo lo
que puedas por el momento. Permítete estar triste e intenta no escaparte
de tus emociones. Pero continúa haciendo cosas que normalmente harías,
como estar con amigos, ocuparte de tu mascota, practicar ejercicio o
hacer tus tareas escolares.
Seguir adelante y aliviar la aflicción del duelo no significa
olvidarse de la persona que has perdido. Volver a disfrutar de la vida
no significa dejar de extrañar a esa persona. Y cuánto tiempo pasará
hasta que comiences a sentirte mejor no es una medida de cuánto amabas a
esa persona. Con el tiempo, gracias al cariñoso apoyo de la familia y
los amigos, y a tus propias acciones positivas, descubrirás maneras de
enfrentar hasta la peor de las pérdidas.
Revisado por: D'Arcy Lyness, PhD
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