Eguzkilore, la Flor del Sol
Eguzkilore Treviño (Araba) |
Dentro de los símbolos y leyendas del pueblo vasco se encuentra el Eguzkilore, también conocido como Flor del Sol.
Se trata en sí del símbolo que representa la flor seca del cardo silvestre Carlina acaulis.
Como símbolo tradicional, que se coloca en la puerta de entrada de los
caseríos del País Vasco como una representación del astro diurno y que
desempeña las mismas funciones místicas atribuidas al Sol. Este ahuyenta
a los malos espíritus, impide la entrada a las brujas, a los genios de
las enfermedades, de la tempestad, del rayo, etc. El Eguzkilore es la imagen de la paz y del desarrollo.
Cuenta la leyenda que hace miles y miles de años… cuando los hombres
comenzaron a poblar la tierra, se encontraban inmersos en la gran
oscuridad. Asustados por los numerosos genios que salían de las entrañas
de la tierra en forma de toros de fuego, caballos voladores, enormes
dragones… los hombres en su desesperación, decidieron pedir ayuda a la
Tierra de forma constante. Ante esta insistencia, la Tierra les dijo:
“Hijos míos, me pedís que os ayude y eso voy a hacer. Crearé un ser
luminoso al que llamaréis Luna”.
Al comienzo, los hombres se asustaron mucho y permanecieron en sus
cuevas sin atreverse a salir, pero, poco a poco, fueron acostumbrándose.
Al igual que los genios y las brujas que también se acostumbraron y no
tardaron en salir de sus simas y acosar de nuevo a los humanos. Así que
los hombres, acudieron otra vez a la Tierra, pero esta vez para pedirle
algo más poderoso. Esta, les respondió creando un ser todavía más
luminoso al que le llamarían Sol. De esta forma, el Sol sería el día y
la Luna la noche.
Era tan grande, luminoso y caliente que los hombres tuvieron que ir
acostumbrándose poco a poco. Gracias a su calor y luz, crecieron las
plantas… y aún más importante, los genios y las brujas no pudieron
acostumbrarse a la gran claridad del día y desde entonces sólo pudieron
salir de noche.
Los hombres, acudieron una vez más a la Tierra para pedirle
protección durante la noche ya que los genios salían de sus simas y los
acosaban. Y fue entonces cuando la Tierra les creó una flor tan hermosa
que, al verla, los seres de la noche creerían que era el propio Sol.
Esta es el Eguzkilore, la Flor del Sol. Y hasta hoy,
defiende los hogares de los malos espíritus, los brujos, los genios de
la enfermedad, las tempestades, rayos y demás enemigos del hombre.
la Carlina acaulis es una planta perenne de tallo
rígido y reducido de hasta unos 20 cm. de altura. Crece casi pegada al
suelo y brota en forma de roseta de hojas recortadas y espinosas, y
brácteas anchas y carnosas, de gran parecido a las del cardo.
La cabeza floral se encuentra en el centro de la roseta. Tiene la
característica de que no se marchita, manteniendo siempre su belleza y
frescura. Su disco blanco-plateado de unos 12 centímetros que posee
alrededor de la cabezuela sólo se abre cuando brilla el Sol. Crece en
laderas soleadas, barbechos y praderas pedregosas de montaña.
Comentarios
Publicar un comentario