El ejercicio físico nos regala años de vida.
J. Barbancho
HÁBITOS
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Factores de riesgo
Los riesgos de tener coche, tele y una vida sedentaria
Hace varias décadas, un estudio con alumnos de la Universidad de
Harvard demostró por primera vez que el ejercicio era capaz de regalar
años de vida. Desde entonces, innumerables trabajos han confirmado sus
resultados, consagrando a la actividad física como una de las mejores medicinas preventivas disponibles en el mercado.
La mayoría ha hecho oídos sordos a las advertencias durante todos
estos años, pero la tozuda evidencia sigue intentando hacerse un hueco
en las conciencias. Los últimos en reclamar una mayor promoción de la
vida activa son un equipo de especialistas internacionales que ha
realizado un seguimiento a casi 25.000 individuos de muy diferentes
latitudes cuyos datos estaban recogidos en el estudio INTERHEART.
Al contrario que otras investigaciones, este trabajo no sólo ha
analizado el papel protector de mantenerse activo durante el tiempo de
ocio, sino los efectos de tener un trabajo con más o menos exigencias físicas. Además, ha evaluado a fondo varios factores relacionados directamente con el sedentarismo.
Sus conclusiones, que se publican en el último número de la revista 'European Heart Journal',
confirman "el efecto protector de cualquier actividad física realizada
durante el tiempo libre" y destacan que el hecho de tener un empleo en
el que se realice un ejercicio de leve a moderado es capaz de "reducir el riesgo de infarto de miocardio" de forma considerable.
Paradójicamente, el estudio encontró que, en el ámbito laboral, no
toda la actividad física reporta los mismos beneficios. De hecho, según
sus datos, tener una actividad ocupacional de grandes exigencias físicas
no se asocia con un efecto protector frente al infarto.
"Estos datos eran independientes de otros factores de riesgo
tradicional y se daban en hombres y mujeres de la mayoría de regiones
del mundo y que procedían de países con bajos, medios y altos niveles
económicos", comentan los autores en la revista médica.
El peligroso combo de coche y tele
Por otro lado, los resultados también pusieron de manifiesto que detalles concretos, como poseer un televisor y un coche -cuya tenencia se ha relacionado con el sedentarismo- también se asocian de forma independiente con un mayor riesgo de infarto.
"Nuestros hallazgos, por tanto, apoyan la recomendación de usar
medios de transporte alternativos, como el transporte público, la
bicicleta o ir caminando", subrayan los investigadores en la revista
médica.
Otro de los datos que sacó a la luz el trabajo es que en los países con escasos recursos una mayor proporción de gente tiene un empleo sedentario y opta por hacer menos ejercicio en su tiempo libre, lo que, según remarca un editorial sobre el tema, "abre nuevas oportunidades en cuanto a prevención".
"Dado que el mayor porcentaje de enfermedad cardiaca se da en los
países en vías de desarrolllo, esta información debería inspirar cambios
en las estrategias sanitarias en estas regiones", subraya el texto.
El cambio hacia un estilo de vida más activo es sin duda el camino
para el futuro, subrayan los especialistas. Sin embargo, la vía no
parece fácil de construir.
Este trabajo es muy relevante, pero deja a los profesionales clínicos
la "hercúlea tarea" de convertir estas evidencias en prevención real en
la consulta, continúan.
Es necesario "parar la pandemia de sedentarismo"
porque "estar activo físicamente es una de las medidas más fáciles,
baratas y efectivas de terminar en una unidad coronaria" concluyen.
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