¿Dar para recibir? La proflexión.
"La proflexión, según Latner, consiste en hacerle a otros lo que te gustaría que te hicieran a ti".
Muchas veces hemos oído "hay que dar para recibir", pensando que la justicia funciona en base a un principio que podemos llamar de reciprocidad.
Este principio dice también que "nadie tiene
derecho a recibir lo que no da a los demás", es decir que si deseamos
obtener algo tendríamos que haberlo dado antes para ganar ese derecho a
recibirlo.
Dar amor, apoyo o afecto ¿es la mejor manera de recibir algo igual?, parece que no siempre.
Cuando alguna vez alguien se acerca a ti a contarte sus problemas,
posiblemente esperando que les ofrezcas tu ayuda, no está asumiendo la
responsabilidad de pedirla, en la mayoría de las
situaciones este tipo de actitudes es adoptada por personas que tienen
mucho temor al rechazo o a resultar molestas para los demás, en cuyo
caso no se atreven a pedir lo que necesitan en forma directa. Ellos
creen que es obvio para los demás que ellos necesitan ayuda y que tienen
que entenderlos.
Pero ¿qué pasa después? pues si no
ocurre así se sienten molestos y defraudados de los demás, a quienes en
su mente acusan de no haber querido ayudarlos, y se llenan de
resentimiento hacia ellos por no haberles dado lo que NUNCA les
pidieron. Y como muchas veces pasa, jamás les mencionan su decepción a
menos que, pasado un tiempo, exploten por alguna razón con su carga de
ira reprimida, pillando por sorpresa a los demás, que no entienden
nada de lo que pasa.
También, en ocasiones, hacemos a los demás lo que
queremos que nos hagan, cuando a lo mejor al otro ni le gusta, ni lo
necesita. El resultado es de nuevo resentimiento, rencor, porque el otro no entiende nuestras necesidades.
Nos han enseñado que pedir las cosas directamente hace que carezcan de valor,se pierde espontaneidad o no me quieren lo suficiente si tengo que verbalizar lo que quiero.
Es importante que entendamos
que los demás no saben cuales son nuestras necesidades y que aunque a
nosotros pudieran parecernos muy lógicas a los demás no tiene por qué ser así.
Cada uno de nosotros deberíamos
aprender a decir a los demás lo que necesitamos del otro, ya sea un
objeto, una atención, un apoyo, una explicación, que hable más o que
hable menos, no sé, cualquier cosa que necesitemos del otro.
Por eso, como diría Echeverría (1996): "No
pedir no sólo condiciona una determinada identidad y resulta en una
particular manera de ser, sino que es un factor que define el tipo de vida que podemos esperar. Insistimos en uno de nuestros postulados básicos: no es que siendo como somos, no pidamos; más bien el no pedir nos hace ser como somos y nos confiere una forma de vida correspondiente. Si comenzamos a pedir donde no lo hacemos, transformaremos nuestra forma de ser."
Concluyendo, es congruente que la mejor
manera de recibir es pedir y no dar. Muchas relaciones interpersonales
mejorarían si las personas asumieramos que no vamos a recibir nada que
no hayamos pedido y que no tenemos porqué dar aquello que no se nos
pida. Si desean dar algo, de manera espontánea, a alguien podremos
hacerlo, pero como decía Epicuro, por el placer de dar, no asumiendo que
el otro ha de estar feliz de recibir esto; y si alguien espontáneamente
nos da algo, hay que recibirlo si lo deseamos, sin olvidar que ése es
un regalo, deseado o no, y que no sustituye el pedir lo que se necesita.
Exclente explicación de la proflexión, se entiende perfectamente tanto en su concepto como en los ejemplos. Este caso es muy habitual en latinoamérica, donde se hace, en algunos países, de uso habitual, de forma inconsciente, en la forma de entablar una relación con el otro o conseguir algo del otro, se trata de un tema cultural.
ResponderEliminarMuy bueno Matilde! Gracias por tu aportacion!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSe agradece por compartir.
ResponderEliminarMatilde García de Albizu si se trata de demostrar empatía. ¿Tampoco hay que esperarla de las personas?
Saludos cordiales.
Hola. me pertmito felicitr al autor del artìculo porque me permite enriquecer aspectos del yo -tu en mis relaciones como el de seguir lo manifestado por Epicuro que me hace muy feliz. Saludos
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